Las derivadas no siempre son tan fáciles... cuando multiplicamos dos funciones, el cambio de cada una de ellas está amplificado por la otra. Por ejemplo, si multiplicamos una función por 0, por mucho que cambie la función, el resultado siempre será 0. Por eso, la derivada de un producto la calculamos así:
El primer término es el cambio de la primera función amplificado por el valor de la segunda función, y el segundo término es el cambio de la segunda que está amplificado por la primera.
Utiliza esta regla para resolver los problemas propuestos.